Jorge Galián López.- La vía humanitaria se ha convertido en el recurso más factible para que Augusto Pinochet Iriarte, ex dictador chileno, ahora senador vitalicio, regrese a su país tras permanecer más de un año detenido en Londres. El examen médico al que fue sometido el pasado día 5 de enero, realizado por médicos independientes -dos geriatras, un neurólogo y un neuropsicólogo-, se ha convertido en la coartada perfecta para lograr lo que no habían conseguido ni la vía jurídica ni la política.

Jack Straw, a tenor de los resultados de las pruebas médicas, ha decidido hacer uso de la facultad que tiene para interrumpir cualquier proceso de extradición. La decisión, difundida en un comunicado emitido por sorpresa, afirmaba que "en estas circunstancias, el ministro se inclina a pensar que no tendría fin alguno continuar con el actual proceso de extradición y que, por lo tanto, debería decidir no extraditar al senador Pinochet". Las palabras de Straw fueron muy claras: "No puede seguir el desarrollo de un procedimiento judicial, dar instrucciones inteligibles a los abogados que le representan ni ofrecer una declaración coherente sobre su caso, recordando hechos".
Sin embargo, el geriatra que reconoció a Pinochet ha alimentado el debate al saltarse la prohibición del ministro de "efectuar comentarios" y declarar que el informe no es "inequívoco" ya que la salud del dictador sí podría mejorar. La noticia dada por Straw tiene carácter de anuncio oficial, pero no se ejecutará, como mínimo, hasta dentro de una semana, cuando concluya el plazo que ha quedado establecido para la presentación de opiniones, que no alegaciones, de las partes.
En Chile, a pocos días de las elecciones, el presidente, Eduardo Frei, estima que de confirmarse la noticia, Londres habría actuado "con seriedad", ya que los asuntos internos deben ser resueltos por los propios chilenos. No se espera que el importante anuncio de Straw tenga repercusión en el desarrollo de la segunda vuelta de las presidenciales, que se celebrará este domingo, y de la que se espera un resultado muy ajustado. Ambos candidatos han rehuido hablar sobre la detención de Pinochet en sus campañas políticas, calificando al dictador como algo del pasado.
[12-1-2000]