Opinión  La Semana que vivimos - Del 14 al 20 de septiembre de 1998 - Número 76  


Si no eres impasible y tienes una opinión para todo, este es tú rincón: El Rincón del Inquieto. En este apartado, todas las semanas te proponemos un tema sobre el que opinar. No importa si estas a favor o en contra. En este Rincón, todos los que somos como tú te escuchamos y estamos abiertos a tus opiniones, porque cada uno tenemos nuestro propio punto de vista, luego... ¿por qué no ponerlo en común con todos los que leemos "La Semana que vivimos"? Por que todos somos distintos y vemos las cosas de forma diferente... envíanos tu opinión a redaccion@lasemanaquevivimos.com junto a tu nombre, ciudad de residencia, edad y e-mail.

DEBATE: ¿Ampliaría la Ley del Aborto?


No me lo creo

Alpachyno.- Comenzó la vuelta al cole, y me siento como el niño pequeño que marcha con su clase de excursión al campo y, durante el trayecto en el autobús, canta eso de "ahora que vamos deprisa...". Quizá sea el nuevo himno de HB. Puesto que ha cambiado de nombre, a lo mejor quiere incorporar también una nueva sintonía musical: "... vamos a contar mentiras ¡tralará!".
El alto el fuego es tan sólo el eslogan perfecto para una campaña electoral en el País Vasco. Y HB se ha dado cuenta de ello. La cuestión es que PNV, EA y IU también lo han notado y se han subido a la moto sin apenas ponerse el casco. No me gustaría nada ver sus rostros en la próxima campaña publicitaria de la DGT. Ya se sabe: "las imprudencias se pagan".
Lo de confiar en los demás y poner la otra mejilla sólo ocurre en la Biblia - y que Dios me perdone -, porque lo que es en la vida real, nada de nada; y en el ámbito político... ¡ja! Ese chiste sí que es bueno.
El único que, al menos, parece vestir el cinturón de seguridad en esta recién asfaltada autopista de las elecciones vascas es el PSOE, en particular: Joaquín Almunia. Desconozco si habrá sido el señor X quien le haya redactado sus discursos, o acaso Vera y Barrionuevo en ratos de aburrimiento en la cárcel de Guadalajara, pero lo cierto es que las frases más sensatas en todo este asunto las ha pronunciado el que llaman Secretario General de González, porque lo que es del Partido Socialista...
Sin lugar a dudas, la historia nos impide confiar en la tregua pero no aprovecharnos de ella. Puestos a caminar hacia la paz, no caminemos: corramos. ¡Y tonto el último! Pero, con cautela, por favor, y con la Ley y la Constitución bajo el brazo. De lo contrario, estaremos dando la razón a quien durante décadas ha recurrido a la violencia para lograr sus objetivos, e incluso ha contado mentiras similares en el pasado.


Me lo creo

Nacho Abad.- El anuncio de ETA de alto el fuego ha creado un arco iris de sentimientos y sensaciones que son ciertamente contradictorios. En general, los españoles necesitamos creer en que, en esta ocasión, la tregua de ETA es el primer paso para definitivamente alcanzar la PAZ. Sin embargo, manifestar esta opinión abiertamente significa recibir el rechazo generalizado. Es menos arriesgado y más fácil, no creer.
Pragmáticamente, tiene muchas ventajas. Entre ellas podemos fanfarronear de adivinos; de que no nos han tomado el pelo: "yo ya lo dije" (a los españoles nos encanta pronunciar esta frase). Pocas son las personas que se han manifestado crédulas sin complejos. El ejemplo más claro lo han dado los partidos políticos. El PP y el PSOE se han quedado entre dos aguas: apostamos por la PAZ, pero con cautela, que es lo mismo que decir que el paro se puede reducir, aunque también puede aumentar. De esa forma no miran al futuro, sino que sólo se preocupan por no pillarse los dedos, y eso, señores, cuesta votos.
Este anuncio de tregua tiene, sin duda, muchas motivaciones. Para mí, la primera y más importante es la movilización popular. Todos aquellos que pensaban que salir a la calle suponía una perdida de tiempo deben cerrar la boca. También desde el PP deberían poner un celo en la bocaza de Carlos Iturgaiz, quien con el desparpajo del que no concede un minuto a la reflexión, asegura que el alto el fuego se debe a la presión policial llevada a cabo por el gobierno del PP. Esa presión existe desde hace bastantes años y nunca dio lugar a una tregua unilateral, indefinida y sin condiciones. Lo que realmente ha servido de espoleta de este primer paso hacia la PAZ, es la victoria de los españoles sobre el miedo, con especial mención a los concejales del PP.
Puestas las bases, tenemos que ser conscientes de que cuanto más tiempo dure la tregua, más difícil se hará para los terroristas volver a asesinar o secuestrar. Si se trata de una trampa que sólo busca conseguir votos en las próximas elecciones vascas, también se habrá ganado algo: ETA y HB se habrán dado cuenta de que la vía política, y no la del conflicto, es la que puede traer la PAZ. Pero, aunque se trate de una celada, los partidos políticos se deben poner en marcha. Ahora se puede y se debe arrinconar la violencia, pero para eso PP y PSOE deben cambiar la estrategia. Cuando con toda esa precaución dudan del anunció de ETA, lo que están realmente consiguiendo es que vuelva el victimismo: HB podrá decir a sus votantes: "Señores, el estado español demuestra con su actitud que no quiere la PAZ". Por esta razón el Gobierno y el PSOE tienen la obligación de creerse el anuncio de alto el fuego. Si a pesar de los esfuerzos y de las ilusiones luego nos la dan con queso, no seremos los demócratas los culpables, sino los violentos. ETA y HB habrán perdido. Destrozar las esperanzas no sólo es poco rentable, además es caro. Los votantes de HB y el mundo que rodea a la coalición, percibirán de quien es la culpa y rechazarán a los responsables. Por eso, hay que apostar por la PAZ, para menguar los apoyos de los violentos si es una trampa y para acabar con el terrorismo si es verdad. Me creo el alto el fuego: quiero que llegue la PAZ.

El tópico "cambio de escenario"

Antonio Burgos.- Antes fue lo del Estado Español; luego, a nivel; más tarde, salto cualitativo; lo último era ese lo que es, absolutamente prescindible en la frase. Ahora, el escenario. Siempre tiene que haber un remoquete fresco y recién importado de alguna lengua extranjera, para que sean más fáciles las declaraciones, los comentarios, los editoriales. De no haber sido por el escenario, ¿cómo podían muchos haberse pronunciado sobre el alto el fuego que es una tregua? Me parece que estoy en el Teatro Real más que en el real teatro de operaciones cuyo parte de la victoria dice que euskaldunes todos, la guerra ha terminado, trigésimo año triunfal de la violencia. Me parece que estoy en el teatro, de tanto escenario para arriba y escenario para abajo, que si ha cambiado el escenario...
¿Qué escenario? ¿La montaña de Iquitos en el Perú donde se fue Aznar a conjurar el maleficio del beneficio de la duda sobre la ETA? ¿O la BBC? Ah, sí, el cambio de escenario es que los mismos encapuchados que antes asesinaban a los concejales y a los guardias civiles, o ponían las bombas de Hipercor, ahora salen en la BBC. ¿O es el cambio de escenario que no quieren ser españoles, pero no le hacen ascos a ser irlandeses del Norte?
Quiero confortar mi perplejidad con las páginas del Diccionario académico y mis cuitas aumentan. "Escenario: parte del teatro construida y dispuesta convenientemente para que en ella se puedan colocar las decoraciones y representar las obras dramáticas o cualquier otro espectáculo teatral." Ah, ya, esto es que terminó la obra dramática de los 800 muertos y va a empezar otro espectáculo teatral. Ah, ya. Esto tiene que ser que el escenario es ahora el brindis de La Traviata de los nacionalistas, que ha dicho Rodríguez Ibarra que los españoles se dividen en dos clases: los que creen el verismo del teatro del cambio de escenario y brindan y los que, como no se creen el montaje, no brindan. Lo que más me inquieta es que aunque hayan cambiado de escenario nadie se atreve a soltar en el teatro la paloma de la paz. Quizá es que no estén seguros de que dentro de un tiempo no le aventen cuatro tiros otra vez.
Publicado también en EL MUNDO, Tres a Raya: 20-9-1998.


redaccion@lasemanaquevivimos.com
© AGD 1998 - La Semana que vivimos
Última actualización: Domingo, 20 de septiembre